TIERRA MOJADA
Qué
suave es la tierra mojada,
su
olor misterio que envuelve el alma;
se
esparce un aroma exquisito,
anuncia
la flor más preciada.
Aspiro
y huelo con gusto
la
vida del agua regada,
es
tierra que a su son removida
despacio
despunta la vida.
Oh
tierra mojada, qué dicha
la
vida te devolvió vida,
reavivó
en ti lo que era yerto
y
ahora mi dicha reanimas.
No
hay tierra mojada sin agua,
no
hay corazón agraciado sin dios.
no
hay lágrimas sin una sonrisa,
no
hay cruz sin la resurrección.
(Pablo de Lima, Ejercicios Espirituales 2013)